Y la azzurra dolió…

(…como duelen las cosas que no tienen mucho sentido)

Para ver el Italia-Uruguay de ayer me fui lejos de la redacción. Me fui a la casa de un amigo –llamémoslo Carlos- conocedor de fútbol, de literatura y de música cubana y de pelota, y que obviamente prefería a Uruguay. Pero me fui a su casa porque Carlos me quiere tanto que sería incapaz, derrota mediante, de herirme con el tema. Carlos y yo nos queremos desde hace algunos años. Nos queremos a gritos desde el balcón de un onceno piso y desde la ventana del chat. Tanto que mi madre hizo una novela sobre mi supuesto amor secreto por él y la distribuyó entre la familia, que hasta hace poco veía en Carlos al bastardo que me hacía sufrir. Nos reímos durante semanas. Continúa leyendo Y la azzurra dolió…